HOJA DE RUTA
Décimo cuarta etapa (Alternativa por Valdorria): Boñar-La Magdalena ( 71,3 KM.)
Esta variante constituye sin duda una ruta histórica vinculada a S. Froilán. Sabido es que en aquellos tiempos medievales las personas afamadas por su santidad y prestigio eclesial eran un potente imán para los creyentes especialmente entre los “ofrecidos” y penitentes. Sus monasterios y lugares de culto eran destino de peregrinaciones o hitos en las rutas religiosas. A estas tierras bravas de difícil acceso (“La Peña el Santo”) se retiró en el siglo IX el ermitaño Froilán para dedicarse a la vida de contemplación, como más tarde lo hiciera San Guillermo en Peñacorada . Fue en el paraje de Vadecésar (actualmente “Vacesal”). Una cueva le sirvió inicialmente de morada. Le acompañaron en su experiencia su gran amigo San Atilano. Según la leyenda San Froilán por indicación de una paloma misteriosa construyó la ermita de Valdorria sirviéndose de un burro para subir los materiales hasta la alta explanada. Pero hete aquí que un día un lobo hambriento, no encontrando cosa mejor, atacó al burro y lo mató. El Santo un tanto encolerizado por la fazaña del lobo lo castigó a cargar con los serones hasta concluir la construcción, una muestra de románico rural. La pequeña ermita que tenemos hoy es una reconstrucción hecha después de la Guerra Civil. Es similar a la ermita de San Vicente y San Lorenzo en los riscos de La Vid de Gordón. Tiene a la entrada arco de medio punto en piedra y en su interior un arco fajón románico, y la portada luce un escudo heráldico. Para llegar hasta allí desde el pueblo se ha de subir una empinada cuesta entre riscos cuyo tramo final lo constituye una escalinata de más de ciento setenta peldaños. Juan el Diácono dice que San Froilán fundó un monasterio en Veseo, que algunos interpretan como “el abesedo de Valdorria” y sitúan en el camino de Valdorria a La Mata de la Bérbula. Otras interpretaciones hablan de Aviados o de tierras portuguesas.
Una traza más del santo por estos parajes es la “Fuente de San Froilán” que se encuentra antes de llegar a la cueva del Moruquín (nombre que testimonia el carácter fronterizo de estas tierras): una de las versiones legendarias dice que este manantial lo hizo brotar el santo presionando al hacer su caballo un brusco y quedar arrodillado. Diez años duró la permanencia del ermitaño en estos lugares que abandonó para fundar nuevos monasterios en las tierras reconquistadas y finalmente ocupar la sede episcopal de León (también S.Atilano acabó regentando la diócesis de Zamora). Pero aquí no acabó la relación del obispo legionense con estas montañas: las amenazas constantes de las huestes de Almanzor hicieron temer por la seguridad de los restos mortales de S. Froilán que fueron trasladados (finales del siglo X) a estos lugares más seguros por ser territorio escarpado y al amparo de la primera línea defensiva cristiana representada por los Castillos de Luna, Arbolio y Gordón. Pasado el peligro sarraceno en el siglo XII los monjes de Moreruela recuperaron las reliquias que fueron objeto de grandes disputas.
Esta senda de peregrinaje a partir de Valdorria continuaba por Correcillas, bajaba a Villalfeide, al lado del monasterio de bernardas de Mataplana, pasaba el puente romano sobre el Torio, llegaba a Vegacervera y luego a Coladilla, donde aún queda una iglesia con portada románica en la que destacan las vieiras jacobeas y unos interesantes canecillos que dan el toque erótico, ya visto en la colegiata de Cervatos (Cantabria) o en la leyenda de las sirenas de San Martín de Valdetuéjar. Después subía por Valle y Ciñera (ver leyenda del Faedo) hasta La Vid para cruzarse con el Camino del Salvador. Aquí se le ofrecían tres posibilidades al peregrino: dirigirse a Oviedo, descender hasta la segunda frontera (Castillo de Alba) o cruzar hasta las tierras de Omaña ( ver “EL VIEJO CAMINO DE SANTIAGO” de J. Fernández Arenas).
Este itinerario discurre por un escenario espectacular, pero es de gran dureza. Intransitable en época invernal hasta bien concluido el período de deshiele. Para recorrerlo es preciso tener cuerpo y espíritu de montañero, ir bien pertrechado y disponer de buen tiempo. Además el cómputo de kilometraje respecto al trazado troncal (Boñar-La Magdalena ) se incrementa en unos 23 Km Actualmente no está adecuadamente señalizado, lo cual supone asumir riesgos.
A continuación se expone,distrubuido en tres etapas, el recorrido de esta alternativa “froilanera” del Viejo Camino de Santiego, “Camino Olvidado” que muchos deseamos que sea de “feliz memoria”.
NOTA: Los cuadros de servicios han sido elaborados por José Antonio Cuñarro, gran currante del Camino Olvidado.
Etapa 13b: Boñar, Barrio de las Ollas, Ranedo de Curueño, Valdepiélago, La Mata de la Bérbula,Valdorria, Correcillas, Villalfeide, Vegacervera. (26,9 km).
Etapa 14 B: Vegacervera, Coladilla, Valle, Villar, Ciñera, La Vid, Buiza. (16,1 km).
Etapa14 c: Buiza, Beberino, La Pola de Gordón, Los Barrios, Piedrasecha, Viñayo, Otero de las Dueñas, La Magdalena. (28,3 km).